lunes, 29 de abril de 2013

Premios Certamen literario. Segundo ciclo de Secundaria


Solo él puede

"Tenía restos de lágrimas en las mejillas. Ya empezaban otra vez. ¿Por qué se casaron si discutían todo el rato? En mis 15 años de vida, nunca los había visto realmente... ¿Felices? Sí, eso es, felices. Se pasaban las horas en silencio, uno a cada lado del sillón. Pero hoy, habían roto los esquemas. Habían roto el silencio que los separaba y el hueco del sofá vacío, para unirse en algo que hacían de maravilla: discutir y amenazar con separarse.
           Sentada en mi cama, con mi lámpara de mesa encendida, parpadeaba rápidamente intentando que mis lágrimas no brotaran de mis ojos. Pero, ¿de qué iba a servir? Las lágrimas iban a desaparecer de mis ojos, pero no de mi corazón.
          Las fantásticas notas de All you need is love empezaron a sonar y en la pantalla del móvil apareció su nombre. Niall. Limpié las lágrimas de mi rostro con la manga de la camiseta y respondí.

—Hola, Niall —saludé, intentando sonar lo más normal posible.
—A ver, ¿qué ha pasado? —preguntó, con aspecto de saber lo que ocurría. Bueno, por algo era mi mejor amigo—. ¿Otra vez están...?
—Sí —dije, cortante—. Pero da igual. Ya estoy acostumbrada.

         Hubo un largo silencio hasta que habló.

—No te preocupes, todo irá bien. No llores más, princesa —dijo, riendo.
—Seguiré tu consejo —sonreí y corté la llamada.

             Él era el único que me comprendía.
             Y el único en hacerme sonreír de esta forma.

 África Gómez Alcaraz y 3º ESO A

  Un mes de Abril

            Se oía gritar a un niño y cuando miré hacia atrás me lo encontré. Me acerqué a él y sin preguntarle qué le pasaba él se me presenta. Se llama Luis y estudia en el mismo centro que yo, en el curso 4 ESO B... eso me dijo. Los dos caminamos juntos en dirección al instituto, mientras manteníamos una bonita conversación. Cuando llegamos, nos despedimos y cada uno se dirigió a su clase correspondiente. Toca el timbre indicando la salida y me dirijo a casa. De repente suena una hermosa melodía, y yo intento buscar su procedencia mirando hacia todos los lados. ¡Era él!
        La bella melodía procedía de sus finos labios... estaba silbando. Era abril, se notaba por la variedad de flores bonitas y el canto de los pájaros. Siempre al salir del instituto íbamos a un campo a jugar y a coger mariposas. Allí, me hizo un retrato de mi silueta en mi cuaderno de lengua una tarde soleada cuando descansábamos en el campo, sin preocupación de que nuestros padres nos regañaran por la tardanza. Era increíble lo bien que dibujaba y lo feliz que me hacía sentir. Todos los días íbamos y volvíamos del instituto juntos, éramos inseparables.
          Un día al salir,estaba lloviendo y compartimos mi paraguas. Esta vez no fuimos por el mismo camino de siempre, porque habría barro en el campo. Pasando por un escaparate me paro y empiezo a contemplar un vestido rojo. Cuando miro en el cristal el reflejo, no veo a Luis...¡pero si estaba a mi lado!. Le miro con una expresión de pánico y vuelvo a mirar en el cristal y cuando giro la cabeza hacia él, ya no está. Se ha sentido ofendido pensé. Me sentí extraña y empecé a correr descontrolada sin saber qué hacer. Agotada y sin fuerzas paro y reflexiono. Voy al instituto y pregunto si en el curso 4 ESO B hay un niño llamado Luis, ellos me responden que no. Vuelvo a casa y abro mi cuaderno de lengua pasando todas las páginas. ¡Imposible! El dibujo ya no estaba. Pensé y pensé y volví a reflexionar hasta que me pregunté. ¿Existió Luis de verdad? Necesitaba una explicación... Si de verdad no existió, ¿Por qué motivo pude percibir sus sentimientos?

          Lloré... fue lo único que pude hacer mientras recordaba todo aquello que pude percibir, en alguien que hoy no está, o que nunca estuvo, Luis.

Kaouthar Khamlichi 3ºD

No hay comentarios:

Publicar un comentario